(Como bien decía el gran maestro Miyagi en Karate Kid)
Vale la pena tener el material a punto antes de empezar la temporada... y la tenemos a la vuelta de la esquina!!
Sólo necesitamos un poco de maña y...
Material necesario:
Una plancha vieja o de viaje (sin vapor)
Un trapo
Cera para esquís
Una rasqueta de plástico
Una rasqueta de plástico
Pasos a seguir:
Colocamos el esquí (o tabla) con la suela hacia arriba, sobre 2 sillas teniendo en cuenta que no entorpezcan las fijaciones.
Pasamos un trapo seco para limpiar la superficie de restos de suciedad.
Calentamos la plancha a temperatura alta (pero que no humee) y la pasamos por toda la superficie, para abrir bien el poro.
Ponemos en contacto la pastilla de cera con la plancha, dejando que funda y gotee a lo largo de la superficie del esquí o de la tabla.
Planchamos el esquí, derritiendo de nuevo las gotas de cera, y repartiéndolas para que cubran el total de la superficie (la plancha debe estar bien caliente)
Dejamos enfriar bien el esquí y sólo queda retirar la cera sobrante con una espátula de plástico (nunca metálica), aunque también saltará en un par de bajadas y podemos evitarnos este paso (que dicho sea de paso nos dejará el suelo hecho un asco!)
Sobre la cera, decir que hay varios tipos (según tipo de nieve), pero podemos decantarnos por una polivalente. También podemos encontrar un kit a la venta en Decathlon o establecimientos especializados.
Y es que nos gusta tener el material a punto antes de empezar la temporada, pero no debemos olvidar darle un "repasillo" de vez en cuando. De esta forma no sólo nos deslizaremos mejor sobre la nieve, sino que evitaremos desperfectos, manteniendo nuestros esquís en buen estado y alargándoles la vida. Que con los tiempos que corren, tampoco viene mal. ;)
Aquí os dejamos un vídeo que a pesar de no tener desperdicio, es más que demostrativo del proceso...
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