Al oriente del departamento de Saboya, en el corazón mismo
de los Alpes franceses, muy cerca de la frontera con Italia y en la llamada
región de Ródano-Alpes, se encuentra la ciudad de Tignes a orillas del lago que
lleva su nombre y casi en las puertas del famoso Parque Nacional de la Vanoise.
Desde Tignes, se llega al maravilloso glaciar de la
Grande-Motte, un sitio sublime al que se puede acceder mediante un teleférico
enorme que deposita a los visitantes en su cima a 3656 metros de altitud, por
encima de las cúspides de la Grande Sassière, Mont-Blanc y Bellecôte y desde
donde las vistas son increíbles, apreciándose especialmente la estación de
esquí y el lago
El Glaciar de La Grande-Motte al que se sube con telesillas
y arrastres, pone a disposición de los deportistas de la nieve, un terreno muy
variado con pistas para todos los gustos y niveles situadas entre los 3000 y
los casi 3500 metros sobre el nivel del mar.
El snowpark del glaciar cuenta con muy buenas líneas de
módulos aptas para todos los niveles, por lo que Grande-Motte posee una gran
atractivo para freestylers, profesionales y aficionados, además de las rampas,
los half-pipe y los rieles.
El esquí de verano es una de las mayores atracciones del
lugar, ya que ofrece más de 20 kilómetros de pistas sobre uno de los mejores
glaciares de los Alpes. Se puede esquiar, hacer algo de randonee, practicar en
el completísimo snowpark o sentarse a
degustar una bebida y broncearse a placer, a 3000 metros de altitud, en el
restaurante panorámico.
En Tignes existe una escuela de esquí, que organiza cursos
de verano con una duración de cinco días. El horario de las pistas del glaciar
comienza muy temprano a las 7 y media de la mañana y culmina a las 13:30, hora
en que la nieve pierde la consistencia requerida para esquiar, pues se ablanda
por la acción del sol.
Pero una vez que se termina el tiempo de esquí hay mucho más
para hacer. Podrás disfrutar del lago y sus rampas y trampolines de agua, hacer
luge de verano, escalada, bungee, usar el skatepark, adiestrarse en vela o
parapente y una larguísima lista de actividades.
En este fantástico y maravilloso entorno de parajes de un
verdor espectacular y cimas coronadas por nieves eternas, se puede practicar
senderismo, turismo de aventuras o largas cabalgatas. Y si aún te sobra algo de
tiempo, vete de compras por la ciudad o a conocer su gastronomía, el caso es
que como podrás comprobar, en el glaciar de la Grande-Motte y Tignes no hay
sitio para el aburrimiento.
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